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CUIDADOS CORPORALES DIARIOS


La semana pasada hablamos de los cuidados diarios que debemos hacer en nuestro rostro y hoy vamos a centrarnos en el resto del cuerpo.

Aunque al pensar en nuestro cuerpo lo vemos como un todo, si realmente quieres empezar a cuidarlo debes dividirlo por zonas y tratar cada una de ellas de manera específica.

Como siempre empezaremos por la limpieza. En este caso la higiene diaria que tu realices: ducha o baño. Recuerda que lo ideal para tu piel es que el agua no esté muy caliente, y en el caso de la ducha sería muy conveniente para la circulación alternar chorros de agua fría y caliente terminando siempre con el agua fría. Por supuesto, da igual el tipo de limpiador que utilices, jabón o gel, has de comprobar que no lleve ninguno de los componentes que te hemos indicado en nuestra entrada ¿Cómo debemos leer las etiquetas de un producto? Tu piel y sobre todo tu salud te lo agradecerá.

Bien, ya estamos fresquitas y limpias. Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra.

Empezaremos de arriba hacia abajo, pues si seguimos un orden será más difícil que se nos olvide alguna zona. Además recuerda lo de los 21 días, si lo repites a diario harás de tu ritual una necesidad.

Para el cuello, el pecho y el brazo utilizaremos aceites naturales del tipo germen de trigo, argán, jojoba, sésamo... Son aceites secos muy reafirmantes que se reabsorben de manera inmediata, por lo que no tendrás ningún problema si tienes que vestirte a continuación.

Ahora toca iniciar un ataque. Será una dura lucha, con multitud de batallas, pero la constancia tendrá su recompensa... Tranquilas que no vamos a una guerra... Bueno, sí, contra la celulítis, ese enemigo que se instala en nuestro cuerpo y nos coge tanto cariño que no quiere abandonarnos. Para que esto no ocurra debemos insistirle día a día y recordarle que no es bien recibido. Esto lo haremos con un buen anticelulítico que cada uno utilizará en las partes que lo necesiten: muslos, gluteos, abdomen.... Recuerda que siendo constante podremos ver los resultados deseados.

¡Ánimo que ya estamos acabando!

Como ves ya quedan pocas partes a tratar: antebrazos, piernas (sobre todo de rodillas para abajo) y la olvidada espalda, que sólo nos acordamos de ella para hidratarla cuando nos quemamos en verano con el sol, pobrecilla. Estas zonas las trataremos con una hidratante a elegir.

Recordarte también que parte de una buena limpieza corporal es una buena exfoliación. Pero tranquila, esta sólo has de realizarla una vez a la semana pues sería para arrastrar las células muertas y cualquier rastro de impurezas que haya quedado. Escoge para hacerlo un día que no estes muy cansada y aprovecha para hacer este ritual con más calma y mimandote. Que te lo mereces.

Como ves ya hemos terninado. ¿A que no es tan largo? Te ha llevado más tiempo leerlo que lo que te llevará hacerlo, así que por lo menos tienes que intentarlo, verás como tu piel te lo agradecerá.

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